5/03/2015

Se presentó un panel sobre el consumo y venta de drogas en los adolescentes, en la FCE

Se criticó al Estado la falta de trabajo en el tema adicciones 


El rol que ocupa el Estado en la temática y la falta de un protocolo de acción en los jóvenes adictos, fueron los temas que más resonaron. Los disertantes de diferentes ámbitos sociales y gubernamentales explicaron la temática desde su punto de vista y dieron apertura al debate. La charla se realizó hoy por la tarde, en el marco de la presentación de la
novena edición de la revista Mal de Ojos. 

Por Natasha Tealdo



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  Los panelistas de “El consumo y venta de drogas en la vida cotidiana. Los jóvenes, las caras visibles de una compleja trama”, expusieron sus perspectivas y contaron sus experiencias laborales y de vida. El panel estuvo integrado por Pablo Barbirotto, defensor de pobres y menores, del juzgado de Paraná; Mónica Olivera, madre que integra Red Alerta y vecina de Lomas del Mirador; Nora Mian, directora y rectora de la escuela secundaria Bazán y Bustos; José Amado, periodista de la sección policiales en Diario UNO y Mario Elizalde, titular de la Secretaría de Lucha Contra las Adicciones. La moderadora del evento fue Aixa Boeykens, editora de la revista Mal de Ojos y docente de la casa. A cada expositor se le dio unos quince minutos para hablar. Al final del discurso de cada uno, los aplausos reinaron en el salón. El evento se llevó a cabo en el Auditorio Rodolfo Walsh, de la Faculta de Ciencias de la Educación (FCE), de la UNER, empezó a las 15:30 y finalizó pasada las 17:45.
  Barbirotto comenzó e hizo un análisis de la delincuencia juvenil. En la sociedad existe una asociación entre el delito y los estupefacientes, sin embargo, aclaró que, no se ha podido establecer algún tipo de relación entre una y otra, ni cómo es que influye una sobre otra. Pero, por otra parte, dejó en claro que muchos de los casos que llegan a su despacho son de menores de edad que roban para comprar fármacos. Concluyó diciendo que bajar la edad de imputabilidad no es algo que vaya a solucionar la situación actual, porque para él “la justicia llega cuando todos los anteriores ámbitos que debieron haber visualizado, o solucionado el problema, no lo hicieron.” Pidió que haya una atención urgente y de calidad para las personas con problemas de consumo de drogas, y que exista un sistema de salud acorde, que prevenga que estos escenarios llegan a manos de la justicia. La necesidad de un protocolo de acción en la temática y la inclusión de las diferentes áreas, como la salud y la educación y no solo del sistema judicial, son dos temas que deben trabajarse urgentemente en la provincia. Dio el ejemplo del protocolo de acción sobre el abuso sexual, que existe en la provincia y como puede ser un paso a seguir para realizar uno sobre acción y prevención de las adicciones.


“Los que nadie ve, los invisibles”

  Los invisibles son los adictos, cuando empiezan a adquirir narcóticos, es muy difícil poder salir, a ellos se refería Mian, que también es madre de un joven toxicómano. Mian, trajo al auditorio ejemplos de niños, a quienes los efectos colaterales que trae el consumo ilegal de fármacos les quedó de por vida. No solo debe haber una familia contenedora también el Estado debe garantizar lugares de atención. Porque “los chicos se mueren como moscas”, dijo y opinó que nadie del gobierno se hace cargo de esas muertes.
  Los sentimientos de Mian, fueron compartidos por las andanzas de Olivera. La falta de respuestas por parte del Estado cuando sus hijos decayeron en el consumo y las llamadas sin contestaciones al Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (COPNAF) las llevaron a pensar que nadie ve, ni tiene en mente a estos niños. El turno de hablar de Olivera duró menos de cinco minutos con su voz casi quebrada, pero logró contar la experiencia de tener a su hijo preso de la marihuana y las consecuencias que conllevó. Los narcotraficantes “buscan la vulnerabilidad del sujeto”, indicó, y en este caso, como en el de muchos otros niños, fue el sentido de pertenencia al barrio donde vivía, la excusa que buscaron para llamar la atención del adolescente. Su discurso fue conciso y siempre con un nudo en la garganta. Cuando el debate se abrió al público, con un nudo en la garganta agregó partes de lo que vivió en carne propia, que se había olvidado contar, y no faltaron las afirmaciones con la cabeza, cuando decían un pensamiento que ella compartía.
  Amado estaba intranquilo, quería decir todo lo que pensaba cuando hablaban otros expositores y cuando discrepaba con otros pensamientos, se le notaba en la forma que miraba a todos, como movía los papeles que tenía sus anotaciones. Sin embargo habló sin interrumpir a nadie y cuando se le daba la palabra. No hay un librito, como el que tiene el periodista Amado, que lleve la cuenta de las muertes que se ocasionaron desde el 1º de enero de este año. Afirma que 12 de las 14 personas fallecidas, tenían un vínculo con su victimario, es decir que fue entre personas conocidas y hasta del mismo barrio. Para él denotan, como los enfrentamientos entre bandas son cada vez más son un escenario de balaceras. Los que aún no cumplieron 18 años, son un blanco fácil para los narcotraficantes, mientras no tengan la mayoría de edad son imputables, explicó Amado. Los menores, se convierten en un “soldadito, es un pibe excluido del sistema sanitario, educativo, laboral en el entorno familiar, preso del consumo”, detalló haciendo referencia a chicos de entre 13 y 16 años que son heridos de muchas de las balaceras. Para Amado, el gobierno no debería estar ausente en esta problemática y acusó al Estado de ser pasivo ante situaciones que se viven en los barrios. Muchas veces se hacen transacciones de productos ilegales frente a las comisarías y nadie hace nada. Según Barbirotto, las peleas por los territorios, por la jerarquía o por quedarse con un vuelto, terminan con charcos de sangre.


“El Estado somos todos nosotros”

  Elizalde destacó que desde su secretaría, que depende del Ministerio de Educación Deportes y Prevención de Adicciones, se está llevando a cabo una Encuesta de Conocimiento a los Estudiantes de Enfermería y Psicología sobre Adicciones, denominada ENCEPEA 1. El trabajo dará como resultado el diseño de una herramienta física para que este tipo de problemas se incorporen en la currícula de la psicología y de la medicina. El crear una estructura preventiva por parte del Estado sería una respuesta a las quejas de las madres y la docente. Después de ocho años de investigación, no existe un método preventivo y este punto fue el que enojó a personas del público. En el momento de las preguntas levantaron la voz pidiendo por un Estado activo que de soluciones y no interrogantes.
  Para Elizalde, como para el periodista, el canalla que sobra en este contexto es el narcotraficante. Para las madres y para Barbirotto, es el narcotraficante el primer eslabón visible en este sistema de venta de estupefacientes, pero es el Estado quien debe garantizar que no existan. Para Barbirotto también son importantes las denuncias, que son las únicas formas que tiene el Estado de poder atrapar a los “canallas”. En los barrios saben quienes son los que venden, pero la gente tiene miedo, declaró Mian. Olivera contó que a ella le incendiaron su casa con su familia adentro cuando fue a la comisaría, pero aclaró que la gente debe denunciar, porque si no, es un problema que nunca acaba.
  “El Estado somos todos nosotros”, cada uno tiene sus responsabilidades, planteó como tesis Elizalde, cuando se defendió diciendo que los organismos del Estado no son los únicos que deben aceptar un compromiso, también son todos los ciudadanos. Pero la mayoría de los que estaban en el panel disintieron con él. La moderadora, expuso que los grados de compromiso no son los mismos, que el trabajo de una madre y el de un organismo público están bien diferenciados. Su explicación estuvo abalada por los otros cuatro integrantes del panel, que asintieron con la cabeza y que en diferentes ocasiones volvieron a desacordar en ese punto.

Los consumos problemáticos de los jóvenes

  El panel se enmarcó en la presentación de la novena edición de la revista Mal de Ojos. El anuario fue presentado por dos exestudiantes que participaron en la realización de la publicación, Nahuel Amore y Paulo Palacios. Todas las notas de Mal de Ojos fueron escritas por los estudiantes de quinto año de la Licenciatura en Comunicación Social, de la FCE, en 2014. Mal de Ojos tiene ocho años y está producida en el marco del Proyecto de Curricularización de la Extensión, Periodismo en la universidad y escuela secundaria.
  Los exalumnos contaron como fue la experiencia de trabajar en torno a la temática Los consumos problemáticos de los jóvenes. Lema que acompañó a ellos y a sus compañeros durante el año pasado. Cuando Barbirotto tomó la palabra dijo que será material de consulta para los que trabajan en la temática.


Para publicar el 27/04/2015, a las 19, en http://www.informedigital.com.ar/

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