5/03/2015

Se reclamó al sistema judicial y a la iglesia a 39 años del Golpe Militar



Lluvia en el Día de la Memoria

  Distintas organizaciones sociales, gremiales, estudiantiles y políticas fueron convocadas en la plaza 25 de Mayo. Se realizaron dos marchas, una por la mañana y otra por la tarde, en ambas se hizo memoria de lo acontecido durante la última dictadura militar y se pidió justicia para los delitos de la actualidad. Por la noche, debieron terminar antes de tiempo por la lluvia.

Por Natasha Tealdo

  En el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, por la tarde, al menos dos cuadras de gente caminaron a la Plaza de Mayo, organizadas por el Foro Contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe. La consigna que encabezó la marcha fue “Ni un paso atrás”, se reclamó por juicio y castigo a los genocidas del Proceso de Reorganización Nacional, se pidió la apertura de los archivos del Poder eclesiástico y se remarcaron los inconvenientes que siguen existiendo en la justicia argentina. Tan solo duró dos horas y media, ya que se interrumpió por el mal clima.
   A las 18 horas, las personas empezaron a llenar la plaza Soldado Argentino. Las banderas de agrupaciones universitarias, como Agrupación Independiente Martín Fierro y Oktubre, partidos políticos, entre ellos el Partido Comunista y organizaciones sociales, como Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS) y Madres de Plaza de Mayo, llenaron de colores el día gris. Terminaron de preparar los carteles y los empezaron a levantar como sinónimo de lucha. Sobre San Jerónimo, había gente con bombos y cánticos que los acompañaron hasta la noche: “Milicos mal paridos, ¿qué es lo que han hecho con los desaparecidos?”; “Como a los nazis les va a pasar… a donde vayan los iremos a buscar.”
  Las Madres de Plaza de Mayo, como todos los años, encabezaron la marcha. Tres de ellas, Huri Nigro de Tournay, Celina “Queca” Zeigner de Kofman y Otilia Acuña, estuvieron en sillas de ruedas, solo Ramonita Escobedo de Maldonado, caminó siete cuadras y presenció todo el acto de pie. Sus rostros, añejados denotan que el dolor y la esperanza las acompañó durante estos, casi, 40 años. Como en otros militantes, en cada uno de sus cuellos, colgaba la fotografía de un desaparecido. Bien cerca del escenario, abajo, estuvieron acompañadas por sus otros hijos y nietos, personas que posaban para las fotos con los ejemplos de reclamos colectivos y solidarios que se ofrecían a sostenerles los paraguas.
  Algunas personas esperaban en la Plaza 25 de Mayo que la movilización llegara, para dar comienzo a los discursos. A las 19, la plaza se iba llenando, pero un corte de luz hizo que la llegada de los manifestantes se hiciera a oscuras. Veinte minutos después, y con ayuda de electricistas, el micrófono se encendió y las luces alumbraron el casco histórico de Santa Fe. Haciendo una semicircunferencia, había casi un cuarto de la plaza que estaba ocupada; organizadores del evento estimaron que hubo unas 2000 personas. Muchas voces se encontraron sobre el escenario. Claudio “turco” Cherep y Alejandra Pautasso, ambos periodista, dieron inicio a las diferentes voces y nombraron a todas las asociaciones que formaron parte durante la tarde y que entre palabra y palabra se iban uniendo a la causa.
  El documento de la juventud que forma parte del Foro, lo leyeron Lucía Lucero, Flavia Osela y Verónica Juri. Los derechos conquistados fueron eco en su escrito y exigieron que no se dé ni un paso a atrás. También se reclamó que la fuerza policial no se modificó en democracia y que “fue cobrando cada vez mayor autonomía y trazando delitos cada vez más finos con los delitos complejos, como la trata y el narcotráfico”. La justicia clasista y el Estado cómplice fueron tratados como oídos sordos ante las situaciones de esta índole.
  El proceso militar, fue marcado como “la página más negra en la historia del pueblo argentino”, por el Documento del Foro. Como se llegó al Golpe de Estado, más violento que nos tocó vivir, y las huellas que nos dejó en nuestra historia, fueron el centro de su locución. En el documento, leído en conjunto por Hugo Kofman , Cecilia Santamaría y Elsa, se reiteró el no ir “ni un paso atrás” en las investigaciones, en los juicios, en las políticas de derechos humanos y sociales y ni un paso atrás en la defensa y profundización de la democracia. Las muertes en democracia, sin respuestas, como el asesinato de Silvia Suppo en Rafela, también se hicieron escuchar. Las inundaciones recientes, fueron motivo de denuncia para recordar las obras que le siguen prometiendo al pueblo y que no se ven con hechos.
  Mientras Paula Benavidez, integrante de HIJOS, decía el discurso de la asociación, la persona que le sostenía el paraguas la apuraba y en un momento, bruscamente, hizo que finalizara porque el agua los apuraba. Pero no se fue hasta antes recordar sus 20 años de trayectoria y recalcar problemas como que solo Víctor Hermes Brusa, fue condenado cuando 129 funcionarios judiciales han sido vinculados con alguna práctica terrorista del régimen dictatorial. La Iglesia Católica Apostólica Romana Argentina, fue motivo para que se escucharan silbidos cuando se recordó que ocultó secuestros, desapariciones y muertes durante el terrorismo de Estado. Se le exigió además, al Poder Eclesiástico que abriera sus archivos y buscara información acerca las organizaciones católicas que participaron de las apropiaciones, para poder encontrar a todos los hermanos y hermanas que aún faltan encontrar.
  A las 20:20, un chaparrón comenzó a mojar todos los cables y amplificadores. Los intentos de salvar la noche con bolsas y plásticos por encima de ellos, fueron inevitables, por lo que no hubo otra opción que interrumpir el documento de HIJOS y dar por terminada la noche. Ya sin electricidad y con un megáfono prestado Cherep cerró el acto y concluyó la frase con “un abrazo grande para todas las madres”, lo que le siguió la exclamación de “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, de las pocas personas que quedaban y el mismo Cherep que se entusiasmó y lo empezó a decir por el megáfono. Por cuestiones climáticas, Celina de Kofman no pudo hablar. Tampoco se pudieron decir los nombres de cada uno de los desaparecidos a cuáles les seguiría el grito de “presente”, ni tocó Sonamos Latinoamérica, para terminar al ritmo de la música.
  A las 20 y 30, el escenario estaba casi desarmado y la gente se empezó a dispersarse por la lluvia. Pero los cantos siguieron, a algunos no les importó que el aniversario haya sido interrumpido por desperfectos técnicos. La plaza ya estaba casi sin gente, pero el color rojo, del Movimiento Universitario Evita, de unas cincuenta personas, invadió el centro de la plaza y por al menos media hora siguieron con las voces en alto, al compás de “Yo sabía, que a Silvia Suppo la mató la policía” y “Yo no le temo a la corrupción”.

La Marcha sin interrupciones

  Desde 2012, en Santa Fe, el 24 de marzo se divide en dos, marchan por la mañana y por la tarde. A las 9:30, el Movimiento Ecuménico Por Los Derechos Humanos, el Partido Comunista Revolucionario, la Corriente Clasista y Combativa, entre otros, se movilizaron por el mismo recorrido que hizo la marcha de las 18.
  La movilización, un poco menos ruidosa y con una cuadra de gente, que caminó desde la Plaza Soldado Argentino hasta la 25 de Mayo, tenía otros objetivos. No sólo recordar que hay genocidas que siguen sueltos y que hasta algunos se murieron sin ser juzgados, sino trajeron a debate lo que ocurre hoy en el gobierno a nivel provincial y nacional. Se escucharon reclamos hacia la Nación, por tener a Cesar Milani como Titular del Ejército Argentino y por las desapariciones en democracia y nivel provincial, principalmente por el narcotráfico y las muertes en manos de la policía.
  A pesar de la llovizna, que cada tanto aparecía, pasado el mediodía, y después de haber escuchado a Duras Penas y a La Deriva, la gente se empezó a diseminar hasta que la plaza quedó desolada, esperando a los movilizadores de la noche.

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