Presentación de la revista Mal de
Ojos
Se debatió en un panel sobre la problemática de la droga y
los jóvenes
Diversos expositores debatieron la problemática sobre el
consumo y la venta de drogas en los jóvenes en la presentación de la revista
Mal de Ojos. En el panel se remarcó la falta de un protocolo de acción contra
las adicciones. Además, en el encuentro realizado esta tarde en la Facultad de
Ciencias de la Educación (FCE), se habló sobre la responsabilidad de las
distintas instituciones sociales.
El panel “El consumo y venta de droga en la vida cotidiana.
Los jóvenes, las caras visibles de una compleja trama” se realizó en la
presentación de la revista Mal de Ojos. Se hizo hincapié en la necesidad de un
protocolo de acción contra las adicciones y en la obligación que tiene el
Estado con esta problemática. Además, en el debate desarrollado hoy por la
tarde en el Auditorio Rodolfo Walsh de la FCE de la Universidad Nacional de
Entre Ríos (UNER), se remarcó la falta de articulación entre los organismos
sociales.
Cómo punto principal se insistió en la necesidad de un protocolo de
acción en niños y adolescentes para articular el trabajo de los distintos
organismos sociales tales como educación, salud, el Consejo Provincial del
Niño, Adolescente y la Familia (COPNAF) y justicia. Por otra parte, se
habló sobre el rol que tienen los distintos actores sociales en el problema del
narcotráfico en la ciudad.
El encuentro contó con la presencia de panelistas vinculados
a la lucha contra la droga en los jóvenes, tales como Pablo Barbirotto,
defensor de Pobres y Menores de Paraná; Mario Elizalde, titular de la
Secretaria de Lucha contra las Adicciones de Entre Ríos (Selca); José
Amado, periodista de diario UNO Entre Ríos; Nora Mian, profesora y rectora de
la Escuela Secundaria Bazán y Bustos y Mónica Olivera, madre y vecina del
Barrio Lomas del Mirador II de la ciudad.
Fotografìa de Manuela Acuña |
La justicia
Pasadas las 16, y luego de la introducción de la moderadora
Aixa Boeykens, el primero en tomar la palabra fue el defensor de Pobres y
Menores de Paraná, Pablo Barbirotto, quien dio un analisis sobre la
delincuencia juvenil en relación al consumo de drogas en la ciudad: “En Paraná,
la vedette de los delitos es el robo de teléfonos celulares. El 80 % de los
hechos delictivos que cometen menores de edad es el robo de teléfonos celulares
(...) el chico no vende el teléfono, sino que se lo entrega al narco y éste le
entrega su valor en sustancias (drogas).” Así mismo ratificó que la utilización
de drogas, por menores de edad, es una forma de escape de la realidad de un
contexto social que vulnera al niño.
Frente a la mirada atenta de los presentes en el auditorio,
el funcionario expresó que la baja de imputabilidad en el Código Procesal Penal
no resuelve nada y que la justicia penal interviene cuando todas las demás
instituciones sociales no logran cumplir con su accionar. Pero “la solución no basta con la
actuación de la justicia penal, encerrando y poniendo penas a los adolescentes
que se ven involucrados en estos hechos (delictivos) producto de su adicción a
las drogas o a los psicofármacos; sino que se requiere una atención urgente y
de calidad eficaz, principalmente de protección integral de niños, niñas y
adolescentes.”
Un Estado
pasivo
El periodista de la sección Policiales de diario UNO Entre
Ríos, José Amado, detalló que detrás de los 14 homicidios ocurridos en lo que
va del año en Paraná, hay menores de edad involucrados y un trasfondo de
narcotráfico concreto. Eventos que se suman, según el periodista, a un
incremento de los hechos de violencia relacionados a adolescentes con armas de
fuego en los últimos años. Así mismo remarcó que éstos son rasgos
característicos del denominado “soldadito”, figura que aparece en otras
provincias, cómo Buenos Aires y Santa Fe, y que está comenzando a verse en la
ciudad. Es decir, chicos en situación de exclusión social, que consumen drogas
y que son captados por narcotraficantes, siendo “carne de cañón” en las
disputas entre bandas.
Además, Amado sostuvo que se sabe cómo y quiénes venden droga
en los barrios de la ciudad. Frente a este contexto, planteó que “el rol del
Estado es por lo menos pasivo o bobo” dando
a entender, según el periodista, a que el Estado no toma ninguna medida frente
a hechos de conocimiento común; dicho al que la madre Mónica Olivera y la
rectora Nora Mian asintieron en unanimidad.
Fotografìa de Guido Povolo |
La educación
Desde Selca, el director Mario Elizalde, expresó que desde el
año 2008 se preparan programas preventivos contra las adicciones; y comentó que
ha sido un desafío para la institución construir una estructura preventiva
contra el avance y las consecuencias del consumo y el narcotráfico en la
provincia. Para lograrlo han confeccionado la Encuesta Nacional de Conocimiento
a los Estudiantes de Enfermería y Psicología sobre Adicciones (ENCEPEA I),
que abarca 27 facultades en todo el país. Según el coordinador, el problema de
adicciones ha escalado en orden de prioridad desde el número 9 (en 2005) al 3
(en 2014). Así mismo, ratificó que “en Selca diseñamos 16 programas de
prevención contra adicciones que están en ejecución, y una parte de estos
programas fue tomada por Hernandarias sin adicciones (Hersina) (…) este
organismo demostró que el 55% de los alumnos de sexto grado (11 años) consume
alcohol, y que este hábito lo incorporó en casa a través de familiares
directos.” A partir de estos datos, Elizalde remarcó que parte de la
responsabilidad es del Estado, pero así también, lo es de la familia.
Este comentario fue criticado desde el público por Yanina
Franco, secretaria de Derechos Humanos de la Asociación Gremial del Magisterio
de Entre Ríos Paraná (AGMER Paraná) y docente de la Escuela Secundaria
Nº 3 "Mons. Dr. Abel Bazán y Bustos. La misma disintió sobre la
responsabilidad que deben tener -con respecto a esta problemática- los padres y
los docentes, a diferencia del Estado y los organismos destinados a combatir el
narcotráfico y el consumo, cómo la Secretaría de Programación para la
Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR)
y Selca. También expresó que desde las escuelas se hace lo posible por dar un
proyecto de vida a los adolescentes, pero bajo el contexto de violencia en que
se vive resulta imposible cargar sólo a los docentes y a los padres de la
educación. Dicha intervención fue aplaudida por gran parte de los presentes en
el auditorio.
Así también, un clima de tensión se vivió, cuando se le
cuestionó al coordinador de Selca sobre el procedimiento a seguir, en
Paraná, pasadas las 24 horas de internación de un adicto menor de edad. Debido
a que pasado este plazo, el adolescente es dado de alta obligatoriamente; a lo
cual el funcionario contestó que en la ciudad se debe llevar al adicto a los
Centros de Salud Mental y a los Hospitales. Pero se mostró pasivo frente a este
cuestionamiento, evadiendo la respuesta en relación a otros organismos
sociales.
El rol como actores sociales
En la apertura del debate, la moderadora del panel y
directora de la Revista Mal de Ojos, Aixa Boeykens inició la charla hablando de
las diferentes medidas que implementan los organismos de salud y educación,
para tratar a los jóvenes en situación de adicción a las drogas. Pero hizo
hincapié en la necesidad de plantear una política de estado acorde a esta
cuestión, afirmando que “más allá de todo el circuito de responsabilidades, no
son iguales las responsabilidades…” De esta manera remarcó que no es el mismo
el rol que cumplen las madres o los docentes, que el de quién ocupa una función
pública encargado de pensar una política contra esta problemática social.
Por su parte, la madre y vecina del Barrio Lomas del Mirador
II, Mónica Olivera dio su testimonio acerca de cómo ayudó a su hijo a superar
la adicción a las drogas, en un barrio que ha cobrado relevancia por los hechos
de inseguridad y violencia suscitados en los últimos meses. La madre expresó
que esta situación es algo que le puede ocurrir a cualquier padre y que hay que
aprender a no juzgar estos hechos. Planteó que no sólo es una situación en la
que el adolescente ingresa para escapar del contexto social que lo rodea, sino
también para generar un sentido de pertenencia al barrio y al lugar en el que
habita; y que sólo sacando a su hijo del barrio pudo lograr un cambio favorable
en él. Por otra parte subrayó que la lucha contra las familias y las bandas que
venden droga en el barrio es peligrosa; y que frente a esto, las denuncias
contra los delincuentes no han servido de mucho.
En relación a esto, Nora Mian, profesora y rectora de
la Escuela Sec. Nº 3 Mons. Dr. Abel Bazán y Bustos habló sobre la droga en el
establecimiento educativo. La rectora planteó que la aparición de la droga es
síntoma de un tejido social roto y de un Estado pasivo que no se hace cargo.
Así también expresó que “hay entre un 40 % y 50 % de población estudiantil que
tiene o ha tenido contacto con las drogas”, y que hay una posibilidad de que
también estén en contacto con el delito. Como madre que ha sufrido de cerca la
problemática de las adicciones -al igual que Olivera- explicó su modo de
accionar frente a la adicción de su hijo; así también lo difícil que le fue
encontrar una institución que lo contenga en su tratamiento. Denunció la falta
de una articulación real entre los organismos que trabajan contra las
adicciones y de lugares de atención para rehabilitar a los jóvenes que caen en
esta problemática.
Tanto Mian como Olivera, remarcaron la inseguridad que viven
día a día los vecinos y docentes que denuncian estos hechos de narcotráfico en
los barrios. Situaciones que llevan a amenazas de forma verbal y física para
quienes realizan los reclamos correspondientes ante la justicia; y que ante
este escenario de violencia, se genera un estado de aceptación y silencio entre
los mismos vecinos. Dicho esto, el funcionario público, Pablo Barbirottoplanteó
que hechos de esta magnitud deben ser denunciados y sostenidos por los vecinos,
para lograr una política de acción eficaz y que dé cuenta de la participación
de los distintos sectores de la sociedad.
Entre idas y vueltas en el panel, se hizo la hora prevista
para el cierre del debate. De igual forma la moderadora expresó que debido a la
complejidad del mismo resulta imposible dar por cerrado el tema. Luego de un
agradecimiento, se dio un aplauso final que denotó el cierre momentáneo de una
discusión que sigue en auge. Este encuentro dejó en limpio que en Paraná, a
partir de estas instancias, se está trabajando en una política de comunicación
encausada en revelar una realidad vulnerada por el consumo y venta de drogas.
Un contexto que afecta directamente la vida cotidiana en la ciudad, y más
precisamente, la vida de los jóvenes que habitan en ella.
La cocina de los medios
La revista “Mal de Ojos. Mirar fuerte los temas que nos comprometen” es una publicación del
Proyecto de Curricularización de la Extensión: Periodismo en la Universidad y
la Escuela Secundaria, realizada por la Cátedra del Taller de Producción
Periodística de la Licenciatura en Comunicación de Social de la FCE. En la
novena edición de la revista se trabajó la temática de adicciones en los
jóvenes, tanto en Paraná como en Santa Fe. Es importante mencionar que en la
presentación de este año, se contó con la introducción de dos estudiantes
encargados de realizar las secciones en las que se basó el panel-debate: Nahuel
Amore y Paulo Palacios. Ambos comentaron sobre lo que fue realizar una
investigación periodística de estas características en ambas capitales y sobre
la relevancia de los testimonios desarrollados en la revista.
Fotografìa de Mauro Götte |
La distribución de Mal de Ojos es totalmente gratuita y sus
principales destinatarios son los jóvenes de las escuelas secundarias. La
misma, se puede solicitar en la Secretaría de Extensión de la FCE ubicada en
calle Buenos Aires 389 o también se puede leer vía internet en el blog unertpp.blogspot.com.ar
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