Debatieron en un panel sobre
drogas: consumo, venta y rol del Estado
Disertantes de diferentes áreas discutieron en un panel sobre la situación que sufren algunos barrios de la ciudad a causa del consumo y venta de droga en los jóvenes. El debate se centró en el rol que ocupa el Estado en la problemática y en la relación de los jóvenes con los narcos y el uso de armas. El encuentro tuvo lugar hoy en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).
Por Huilén Rivarola
Panelistas junto a la directora de la revista Mal de Ojos. |
La actividad, que se llevó a cabo en la
tarde de hoy en el Auditorio Rodolfo Walsh de la UNER, fue organizada por el
Taller de Producción Periodística de la carrera de Comunicación Social, para
presentar la novena publicación de la revista Mal de Ojos. La edición fue
realizada el año pasado por estudiantes de la cátedra y su temática concuerda
con lo desarrollado en el panel.
El rol del Estado
Frente a un público de aproximadamente 70
personas, Pablo Barbirotto, el primero en exponer, le brindó al encuentro una
mirada jurídica. Declaró que “pretender resolver con el Código Penal un
problema social es inútil”, ya que se requiere una “atención urgente y de calidad”
en cuanto al Derecho a la Salud. Dijo que es necesario llevar adelante un
protocolo de acción para prevenir adicciones en la provincia, que sea similar
al que funciona en casos de abuso sexual.
Estudiantes, docentes y público en general. |
Mónica Olivera, madre y vecina del barrio
Lomas del Mirador, narró que junto a otras tres mujeres tuvieron la intención de
ir a ver al ministro de Gobierno y Justicia de la provincia, Adán Bahl, para
exigir una solución respecto a la venta, el consumo y la violencia que se
genera alrededor de la droga en ese barrio. Pero que el precandidato a
Gobernador de Entre Ríos no las recibió. “Nos quiso dar 1.500 pesos para que
nos fuéramos del barrio cuando tendría que sacar la manzana podrida”, expresó
Olivera.
Por su parte, el periodista José Amado afirmó
que frente a los reiterados sucesos de violencia en los barrios vulnerables de
la ciudad hay un “Estado bobo” que merece la mayor de las críticas. “El Estado
necesita escuchar a estos pibes”, remarcó. Además, confesó saber que existen
policías que están “bastante embarrados con el narcotráfico”, pero que muchas
veces por temor no salen a la luz los datos.
El titular de SeLCA exponiendo en el panel. |
Cuando acabaron de disertar todos los
panelistas se dio lugar a un debate abierto, en el que algunos aprovecharon el
momento para expresar su descontento con Elizalde. Como lo hizo una docente y
secretaria de Derechos Humanos de La Asociación Gremial del Magisterio de EntreRíos (AGMER) Seccional Paraná. La docente dejó en claro no estar de acuerdo con
lo planteado por el titular de la SeLCA sobre la responsabilidad que les
concierne a cada parte de la sociedad, ya que para ella es el Estado quien
tiene los recursos para combatir el narcotráfico y no así el resto de la
población.
En un discurso estructurado, Elizalde narró
la manera en que desde la Secretaría están llevando a cabo 16 programas
preventivos en diferentes universidades, entre ellos, la Encuesta deConocimiento a los Estudiantes de Enfermería y Psicología sobre Adicciones (ENCEPEA)
para comprobar cuál es el grado de conocimiento sobre adicciones de un
estudiante, y Hernandarias Sin Adicciones (HerSinA). Entre otras cosas, se
refirió a las comunidades terapéuticas del noventa como “negocios fabulosos”
que “no sirven porque sacamos del entorno al actor principal que es la
víctima”, y agregó que “el canalla que sobra acá es el narcotraficante”.
El día a día en los barrios: armas, narcos y “soldaditos”
El periodista Amado explicó cómo es informar
sobre los reiterados hechos de violencia que ocurren en la ciudad. “Cada vez
que hay un muerto en Anacleto Medina parece ser uno más”, expresó. Se refirió
también a los narcotraficantes “con código” y “sin código”, siendo que “hoy
llega el narcotraficante y reparte fierros entre los chicos”. Agregó que así
como ocurre en Rosario, ciudad de Santa Fe y Buenos Aires, en Paraná ya se está
empezando a ver el “soldadito”, es decir, jóvenes dependientes del consumo y
venta de droga que son “totalmente descartables cuando cumplen la mayoría de
edad”.
En un espontáneo y conmovedor relato, Mónica
Olivera contó la situación que debió atravesar desde que supo que su hijo
fumaba marihuana. Explicó que “lo incentivaron a consumir por el sentido de
pertenencia en el barrio” y luego recalcó: “A mi hijo no le faltaba nada”. Con
un auditorio que la escuchaba atentamente, Olivera confesó que el joven “nunca
se sintió enfermo”, y que al no poder internarlo decidió dejarlo consumir
únicamente en su casa. “No quería que me lo mataran”, explicó. Finalmente,
contó que debieron mudarse a otro barrio y que de esa forma el joven pudo
conseguir trabajo y estudiar. “Hoy estoy orgullosa de mi hijo”, expresó
emocionada.
Nora Mian, también relató su experiencia
como madre de un chico adicto, quien comenzó a delinquir por estar bajo los
efectos de la droga. Señaló que muchos consumen desde muy jóvenes y después los
utilizan como vendedores en el barrio. Una vez que entran en el negocio, “es
imposible salir, (…) la gente sabe quién vende, cada dos o tres casas hay una
que vende”.
A modo de denuncia, Mian contó cómo es el
día a día en los lugares donde trabaja como docente. Expresó que los chicos
llegan a clases habiendo consumido diversas sustancias y que “no se acuerdan de
nada”. Muchos de ellos aparecen baleados, comentó, y aseguró que la
drogadicción es un “síntoma de un sistema social roto y de las relaciones de
poder”.
El abogado Barbirotto analizó la influencia
de la droga en los delitos que cometen jóvenes en la ciudad. Afirmó que la
delincuencia juvenil puede estar dada por el consumo de drogas o bien porque
son obligados a involucrarse en la venta de las mismas y esto es lo que les da
acceso a las armas. “Siempre hay un
adulto detrás que intenta aprovecharse de esta situación de vulnerabilidad de
los más pobres y buscar el negocio”, señaló. Desde su punto de vista, el problema está
ligado a la pobreza, son jóvenes que no están escolarizados o que tienen
problemas en el hogar: “La contención que el chico no encuentra en su casa se
la pueden llegar a dar las sustancias psicoadictivas”.
Estadísticas
Según Amado, de los 14 homicidios ocurridos
en Paraná en lo que va del año, el promedio de edad de las personas que
murieron es de 26 años. Mientras que la edad promedio de los acusados es de 20
años, entre los cuales se encuentran chicos de 13 y 14. El periodista afirmó
que todos esos homicidios fueron entre conocidos, 12 de los 14 sucedieron entre
personas que vivían en el mismo barrio e incluso en la misma cuadra.
Con respecto al consumo de droga, Nora Mian aseguró
que hoy en día en las escuelas más de un 40% de la población tiene o ha tenido
contacto con la droga.
En cuanto a otro tipo de adicciones, como el
consumo de alcohol, Elizalde reveló datos del programa HerSinA. Según los
resultados, en las escuelas encuestadas de Hernandarias, un 55% de los alumnos
de sexto grado consume alcohol, habiendo incorporado ese hábito a través de un
familiar directo.
Mal de Ojos: Mirar fuerte los temas que nos comprometen
Tapa de la novena edición de Mal de Ojos. |
La actividad finalizó cuando casi se habían
cumplido dos horas y media de comenzado el panel y luego de dar lugar al debate
abierto. Los aplausos del público le siguieron a las palabras de cierre de la
directora de la revista que dio por terminado el encuentro, cuya temática
probablemente continuó resonando en las cabezas de cada uno de los
participantes, esperando ser nuevamente abordada.
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